8 de julio de 2012

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Mi primer viaje a Liège

El viaje para la primera toma de contacto a Liège, antes de los dos exámenes que me quedan, me ha servido para desconectar completamente. Para nada fue un viaje tranquilo, ya que el principal objetivo era encontrar un estudio o un "kot" (tal y como llaman allí a los pisos compartidos de estudiantes), pero si me ha servido para olvidarme de los exámenes.

El día 20, a las 18:15, con el típico equipaje de mano, cogimos un avión de Ryanair desde Alicante dirección Maastricht (Paises Bajos). Nos decantamos por este destino frente a Bruselas debido principalmente al precio. El coste de un vuelo hasta el aeropuerto de Bruselas Charleroi, ¡casi doblaba el precio para esas fechas! 
Llegamos sobre las 21:00 al Maastricht-Aachen Airport (MAA) y tirando del poco ingles que controlo, compartimos un taxi con dos personas para ir hasta la estación de trenes (MTS). En apenas 10 minutos llegamos. El taxi nos costó 5€ por persona, y más tarde supe que el bus costaba 4€ y que también nos dejaba en la misma puerta de la estación.
Ya en la estación de trenes pude admirar la devoción a la bici que tienen en este pais. Yo me se de un par que vivirían muy felices allí. No me pude resistir a hacerme una foto en la puerta de la estación. 
Sacamos los "billetes internacionales" para Liège-Guillemins (por 4,80 para menores de 25) y cogimos el tren a las 22:20. Si hubiéramos sido más rápidos en coger el taxi y en no entretenernos con las fotos quizás habriamos llegado al tren de las 21:20. El caso es que estuvimos esperando en una estacion casi vacía durante más de media hora y con alguna que otra compañía indeseada. Cierto es que los andenes no son un buen lugar para esperar al tren durante mucho tiempo. Aún estaba anocheciendo.
Llegamos a Liège e... ¡Increíble! Menuda estación que tienen. Más tarde leí, en la guía que llevábamos de la ciudad, que fue diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava y apenas tiene 3 años.
En la puerta de la estación vimos la publicidad del Tour de Francia con una cuenta atrás ya que, casualmente, esta edición del 2012 comienza en Liège. Enseguida nos dispusimos a ir hacia la parada de bus. El nº 2 o el 3 nos llevaría hasta la Place de la Republique Française, donde estaba nuestro hotel, por 1,60€ el billete. Era ya pasada la medianoche, pero nos fuimos a cenar a un 24h. Tortillas de queso y de jamon, pero lo curioso es que no había tortilla de patatas. No esperé más a probar la Jupiler y la verdad es que me gustó mucho. Habiamos empezado con buen pie, pero el día de viaje ya había terminado.


El segundo día (Jueves 21) nos levantamos con una mala noticia. Los dueños de los pisos que había visto por internet, y con los que había contactado, ya los habían alquilado. Estabamos allí, sin ningún piso que ver y con una vaga idea de donde buscar. Tras desayunar en el hotel, nos dirigimos directamente a hablar con Marta, la coordinadora de Erasmus de la universidad. Tengo que decir que fue muy amable. Tras exponerle nuestro problema, nos indicó una base de datos donde podíamos seguir buscando. Yo ya la conocía, pero me hice el longui. Empezamos a apuntar números de teléfono, direcciones, precios, etc. La mañana se nos fue en llamadas de teléfono. Antes de comer ya habiamos fijado 3 citas. Después de comer en un Quick (equivalente liègeois al Burguer King) nos pateamos la ciudad buscando carteles de "À louer". Dos carteles más cayeron por la tarde, junto con el primer gofre de canela. El viernes ya estaba planificado. Teniamos citas, y a primera vista, parecian interesantes.  


El tercer día (Viernes 22) nos levantamos temprano, queriamos visitar el "Centro J" antes de comenzar las visitas. El "Centro J" es un servicio gratuito que asesora a los estudiantes en cualquier tipo de problema. Hicimos tiempo hasta que habrieron a las 10:00 desayunando en una cafetería cercana. El cafe no estaba muy allá, pero el croissant dulce... ¡Qué rico! Ya en el "Centro J" nos atendieron muy atentamente y supimos que cuando tuviéramos el contrato podiamos ir allí para que nos lo explicaran bien. También disponían de una lista de ofertas de pisos, pero casi todos muy alejados del centro, y en barrios residenciales. No nos interesaban. 


Comenzaba el día de visitas. El primer hombre con el que quedamos era de una inmobiliaria. Nos enseñó 3 pisos: uno con ventanas a un callejón casi sin luz, otro con escaleras peligrosas y con goteras y otro en obras, aunque éste último tenia grandes ventanas a una plaza, y aunque pequeño tenía muy buena pinta con los arreglos que se le iban a hacer. Para que os hagáis una idea, todos los pisos que voy a mencionar aquí rondan los 30 m^2. Tanto con este señor, como con los demás quedamos en avisarles si nos interesaba. En apenas 30 min, habiamos visto los tres pisos, y no teniamos otra cita hasta las 13:00. Nos recorrimos todo el centro de la ciudad, pasando por barrios buenos y no tan buenos. Ya nos íbamos haciendo a la idea de por donde queríamos el piso. Comimos en el restaurante "Cecil" y la verdad que muy bien. Probé la Tango, cerveza con granadina. A mi parecer, buena para probarla, pero no para más. 


Esa misma tarde nos llevamos una grata sorpresa cuando, paseando por la tarde, nos pareció escuchar a alguien hablando español en la acera de enfrente. ¡Cuatro chavales! ¡Y eran españoles! Me avalanché sobre ellos cual camión de bomberos sobre su presa. Me aconsejaron muy bien sobre todas las dudas que tenía. Eran erasmus, pero ya se volvían a España. Me quedé con el facebook de una chica que me aceptaría en el grupo de Erasmus que tenian. Allí podría preguntar por si alguien dejaba su kot libre para el año que viene. Nos despedimos y nosotros seguimos con nuestra búsqueda.


El cuarto día (Sábado 23) sólo teníamos dos visitas programadas, y eran por la tarde. Cogimos el 58 hacia el campus de Sart Tilman, donde tendré las clases. Menos mal que llevaba el GPS activo, porque podiamos habernos pasado perfectamente. Apenas se veian los edificios porque estábamos en el mismísimo bosque. Después de bajar del bus, y caminar por un sendero llegamos a la puerta de la Facultad de Física. Parecía que estaban de obras, por lo que nos dimos una vuelta por los alrededores y cuando empezó a llover volvimos a coger el bus hacia la ciudad. Nos bajamos a la altura del jardín botánico y fuimos paseando hasta el centro.

Por la tarde nos paseamos por la ciudad buscando más carteles, y nos dimos cuenta de que no éramos los únicos que buscábamos. Nos disputamos con unas chinas un anuncio. Allí parecía que reinaba la ley de la selva. El piso ya estaba alquilado. Suerte que tuvieron las chinas. xD Tras visitar el ultimo por la tarde hicimos gabinete de crisis en la habitación del hotel con vía telefónica con mis padres. El que más gustaba era el único decente de la inmobiliaria. Le enviamos un mensaje solicitándole una cita para firmar el contrato. A la mañana siguiente veriamos si estaba ya alquilado o por el contrario, ya tenía piso. Esa noche disfrutamos del partido de cuartos en el hotel. Tras la victoria de España por 2-0 a Francia se montó una increíble en la plaza del hotel. Coches pitando, con banderas de españa, calles cortadas. Entonces fue cuando me di cuenta de la cantidad de españoles que hay allí.


El quinto día (Domingo 24) fue tranquilo. Ya teniamos claro cual iba a ser el piso y habiamos recibido el contrato para revisarlo y el lunes a las 13:00 lo firmaríamos. Sólo lo teniamos que leer, entender, y darle el visto bueno. Bueno, quizás no fuera tan facil. Tras desayunar un gofre en la plaza de la catedral, dedicamos la mañana a la compra de regalos. Pudimos observar que los domingos allí no son muy multitudinarios, además de que la lluvia fue protagonista. La tarde la dedicamos a leer el contrato y a contactar con amigos sabedores de leyes para entenderlo mejor. Por la noche vimos el partido de cuartos de Inglaterra-Italia. Si el día de antes los españoles habían montado ruido... esa noche los italianos montaron la mundial. ¡A las 2 de la madrugada seguían con la fiesta!


El último día (Lunes 25) nos levantamos para estar a las 10 en la Embajada Española. Según nos informaron nuestros amigos, allí nos podrian ayudar a entender bien el contrato y que nos explicaran determinadas cosas que no entendíamos. Al llegar allí, nos atendieron perfectamente. Tras varios consejos comenzamos a ver el contrato. 10 hojas de contrato. Sólo las 3 primeras nos llevaron 20 minutos. La cosa iba para largo y hasta entonces ya le habíamos puesto unas cuantas pegas al contrato. Era muy abusivo. De repente, La embajadora nos pregunta si teníamos tiempo para ir a ver otro piso. Un kot en el centro donde está alojada su hija. Faltaba una hora para firmar el contrato, aún no lo habíamos entendido entero e ¿íbamos a ver otro kot? Bueno, si estaba su hija, el contrato debía de ser bueno. Nos fuimos hacia la dirección que nos dijo, donde nos estaban esperando. Al ver el piso nos quedamos con la boca abierta. Cuesta menos que el que habíamos elegido, es más nuevo, y está amueblado. Llamé al de la inmobiliaria y cancelé la cita. Ya tenía la habitación que quería, a 1 minuto de Le Carré, pero sin ruido, a 2 minutos del Carrefour. A 2 minutos de la plaza de la Catedral. A 2 minutos de la parada del bus hacia Sart-Tilman. A 10 minutos del Decathlon. ¿Qué más quiero? Nos fuimos de allí muy contentos.


Ese día comimos en el McDonals, de postre un gofre, y tras hacer las últimas compras y recoger las maletas de consigna emprendimos el viaje de vuelta. Llegamos a Alicante a media noche. El momento del aterrizaje fue cuanto menos divertido. Justo después del golpe que pegan los Ryanair en el suelo al aterrizar, mi hermano gritó ¡Roto! y la gente de alrededor se sobresaltó. Después concluyó: ¡Aaahhh nooo! xD


Y eso fue todo, y de postre un gofre de canela. ¡Qué ricos!
¡Un saludo!