14 de diciembre de 2008

DISERTACIÓN DE CAMBIOS

Hace un par de días estaba hablando con un amigo, y en una de esas situaciones (seguro que habéis pasado por ellas), en las que no sabes que comentar, le pregunté:

-. ¿Los cambios son buenos?
Su respuesta fue:
-. Depende.
Y yo, emulando aquella vieja canción dije:
-. Depende..., ¿de qué depende?
Esperaba tener por respuesta un: "Según como se mire, todo depende". Pero me respondió:
-. Pues depende de la situación en la que estés, y el cambio que se produce. No es lo mismo que un familiar se muera, que echarte novia.
Sin ninguna duda le di la razón asintiendo con la cabeza mientras él seguía hablándome:
-. Hay cambios que no quieres que ocurran, como pasa con lo del familiar, pero que al final tienes que asumir. Otros que tampoco quieres que ocurran, pero no porque sean malos, si no porque no sabes en que van a desembocar y prefieres quedarte tal y como estás, como el cambio del instituto a la universidad. Otros cambios se esperan con impaciencia, como cuando deseas tener 18 años para sacarte el carné de conducir...
-. Claro, y si te das cuenta, todo el mundo quiere tener carné de conducir y un coche, porque te da un toque de independencia, que a todo el mundo gusta. Lo mismo ocurre cuando pasas del instituto a la universidad. Se te llena la boca, y no puedes subir más la cabeza porque no tienes más cuello, cuando dices que eres universitario.
-. Sí, pero...
-. Pero, ¿qué?


-. Que eso de que se te llena la boca al decir que eres universitario... No es que no sea verdad, pero el cambio del instituto a la universidad implica muchos más cambios. Cambio de ambiente, otra forma de estudiar, otros amigos, muchas más fiestas. Y precisamente esto de las fiestas es un problema.
-. ¿Cómo que un problema?
-. Para mí si. No sabes con quién salir, si con tus amigos del colegio, los amigos del instituto, o los amigos de la facultad.
-. ¡Pues una vez con cada grupo! ¡Mira tú el problema!
-. Ya, es muy fácil decirlo pero no siempre podemos coincidir y lo que pasa, al final, es que te pasas tres o cuatro meses sin ver a unos amigos a los que antes veías día sí día también, y no hablemos de los que se han ido a estudiar fuera. Aunque digas que no, la confianza se va perdiendo con el tiempo. Algo que no mola nada.
-. Eso si que es un problema, los amigos de verdad no deben perder la confianza, y si la pierdes es que tu amigo tiene un problema o tú tienes un problema. Como dice el anuncio, los amigos de verdad, aunque no los veas, siempre están ahí.
-. Sí, pero aunque tengamos ‘problemas’, como tú dices, cosa que no suele pasar, es una lástima el distanciarte de alguien a quién quieres y con quién has pasado momentos memorables.
-.Pero siempre puedes recordar esos viejos momentos tomándote un café, ¿no?
-. Tienes razón.
Hay cambios que se desean, otros entusiasman, otros llegan sin llamarlos o sin esperarlos, los cuales pueden gustar o no, y otros no los deseas ni para tu enemigo. Hay muchos cambios, ¿será por ello, por lo que las personas estamos cansadas de cambios y somos tan reacias a cambiar?
En definitiva, supongo que el cambio del instituto a la universidad es bueno ¿no?.

2 comentarios:

  1. Ey!

    El cambio es bueno, yo creo que sí =)

    Tb nos cuesta, no lo dudo, pero es algo que dificilmente podemos evitar, así que más vale aceptarlo y hacer que sean buenos, no¿? Porque al final, las cosas son como tú quieres que sean ;)

    X cierto, ¿para cuándo ese café? =P

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  2. El cafe cuando tu quieras, y lo de los momentos memorables también. XD Además, ahora que estás cerca podemos quedar más. ( - ,^)

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